EL GRAFFITI VALORADO POR LA INSTITUCIONALIDAD POPULISTA DEL METRO DE MEDELLÍN, O EL RESCATE DE UNA SEMIÓTICA DE LA FIRMA.
Ahora las instituciones del Estado recurren a los valores pragmáticos de la comunicación del Grafiti, que años atrás (e incluso actuales), rechazaron por su inmoralidad, por su antisepsia y fulgurante asco estética pues se suma a la basura detestable de las urbes y pueblos contemporáneos.
Históricamente el Grafiti ha sido un medio valioso para comunicar las voces de las gargantas desplazadas por las voces aceptadas por los medios elitistas.
Desde la antigüedad hasta hoy, este medio vituperiado por las clases mediáticas fuertes económicas, viene dando tumbos por las grandes urbes apoyando la comunicación underground, resaltando guetos y clanes neos, como si hubiera un diaurbunismo de sentidos, de signos que pululan en secretos que gritan arrojando las copas de un triunfo que dignifica undersociedades victoriosas.
Este medio es meramente intercultural,
------------------Vamos lo que el Metro de la Ciudad de Medellín, Antioquia, Colombia, viene haciendo en sus pieles que transitan los recorridos de la ciudad------------------
https://www.elcolombiano.com/antioquia/las-firmas-celebres-que-viajan-en-el-metro-PG15138744
las firmas de los artistas colombianos entintan el muro veloz, como si fueran patronímicos importados de identidades.
Esto es lo que el graffii permite atesorar, los rostros ausentes que no necesitan la imagen de un rostro, pues el rostro está inmerso en el trazo de la escritura.
Una Semiótica que recupera el rostro (las fases de un personaje) y de paso retrotrae la identidad del artista y constituye un estiquer pegajoso, es decir impacta, representa, significa la velocidad con la que se elabora una firma.
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Jesús Ma Pineda-Patrón, 14 de junio de 2021.
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